Después de tanto tiempo en completo silencio por aquí, ¡he vuelto!
Todos los años me pongo como propósito ser constante con todo aquello que me gusta, como escribir en el blog. A ver si de esta va...
Hoy me desperté extrañando mucho a mi abuela, y esta historia me hace recordarla, sentadas las dos bajo la nogal centenaria, en nuestra pequeña parcela de paraíso con olor a salitre, contando historias para no dormir de las que me gustan tanto, entre ellas la de esta mujer, Amparo, la bruxa de Brañavara...
En el norte de España hay muchas historias sobre bruxas y meigas, y Amparo es una de ellas. ¿Y por qué te voy a hablar de ella y no de otra? Pues por que esta mujer era de Boal, y de allí era mi güelina y alguna vez me habló de ella...
Amparo, bruxa de Brañavara |
Era hija de madre soltera, cosa que en 1917, cuando ella nació, no estaba bien visto, (y hasta hace relativamente poco pues tampoco, para que vamos a mentir...)
Desde niña se veía que era una persona fuerte e independiente, nunca mostraba miedo, incluso iba a sitios a los que daría miedo ir a los adultos.Le visitaban gente de Asturias, pero también de Galicia, Madrid, León... La gente iba buscando consejo cuando algo iba mal en la casa, se moría o enfermaba el ganado, solo ocurría desgracia tras desgracia en la familia, o comenzaban a sufrir hechos paranormales. Siempre sabía que hacer para que todo fluyera bien de nuevo. Se dice que contactaba con los difuntos y ellos le decían que debían hacer sus familiares vivos. Jamás cobro por su ayuda, aunque la gente le pagaba en especies ya que era una persona de bajos recursos.
Falleció en enero del 97, casi con 80 años. Amparo es conocida como la última nigromante del Occidente de Asturias.